martes, 20 de diciembre de 2011

NBA, VUELVE LA VIDA

Todavía veo lejanas aquellas noches toledanas en las que no quería ir a dormir, para ver a las estrellas salir.
Noches, según mi madre, en vano, pero no, eran mi máxima diversión. Noches de tristeza o alegría, noches de pasión y de emoción en las que no se puede evitar dar alguna que otra cabezada, sobre todo en los comienzos.
Noches tan largas, que llegaban a unirse con el día, pero siempre fuerte, disfrutando de lo que se pierde la gran mayoría. Una pena que este deporte no esté más consolidado en nuestro país, la mayoría de veces tengo que recurrir a Internet para hablar con alguien sobre lo que más me gusta.
Es puro ESPECTÁCULO
Aun recuerdo esas noches... matando el tiempo de cualquier forma hasta que llegaba la hora del partido, ¡Por fin! , decía.
Ese momento era una sensación indescriptible, una pena que no tenga dinero ni para poder verlos en televisión, y tener que aguantar ciertas retransmisiones angustiosas en los idiomas mas inhóspitos que nadie pueda imaginar. Pero sin duda, merecía la pena con creces, ganara mi equipo o no.
Recuerdo esos vasos de leche de madrugada, y las ingentes cantidades de comida que consumía aquellas noches simplemente por matar del tiempo, hacer más cortos los tiempos muertos, el descanso.
También recuerdo aquellas conversaciones con mis compañeros de andadura durante los partidos, conversaciones en que solo hablábamos de lo que más nos gustaba. Recuerdo haberme quedado hablando solo porque todos nos quedábamos dormidos, ¿Y qué? A mi me encantaba.
Aun recuerdo esas noches de NBA...y que sepáis que no las olvidaré nunca.
Este año venís con más fuerza que nunca, qué sería de mi sin tí.

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